My Sunny Crush

martes, 9 de marzo de 2010

En Barcelona cae la nevada del siglo y llega el Apocalipsis polar. En Manhattan sale el sol.

Mi madre se queda sitiada en Mataró saliendo del trabajo, mi hermano aprende a deslizarse grácilmente sobre el hielo con sus sempiternas All-Stars, mi padre se queja vía chat de gmail de lo mal que va todo en la ciudad cuando aparecen las inclemencias del tiempo y mis amigas me envían fotos de Vallcarca City de blanco.

Yo salgo a pasear por Central Park disfrutando de la bonanza casi primaveral y de la compañía washingtoniana. Desde hace una semana gozamos de un maravilloso tiempo que nos hace olvidar los dos meses de frío polar y el agrietamiento progresivo de nuestra piel. 

Veo el sol entrar por la ventana, salgo a la calle con cara de boba enamorada y los primeros camiones de helados empiezan a dejarse ver por las vías cercanas a Bryant Park haciendo sonar machaconamente la banda sonora de “El golpe”. 

Dos meses de nieve me han convertido en una guiri cualquiera. Más bajita y menos espectacularmente arrolladora que las nórdicas que ocupan desconsideramente mi calle buscando el Park Güell pero con la misma imperiosa necesidad de enseñar carne ante un mínimo rayo de sol. Como siempre he sido tímida de cintura para abajo me conformo, de momento, con enseñar mis blancos brazos durante un maravilloso brunch dominguero. 

No sé si perdí algo en esta ciudad y espero encontrarlo, como dice Susana. Pero oiga usted estaré encantada de descubrirlo mientras estoy echada sobre la hierba de Central Park, me paseo por los rincones del Jardin Botánico del Bronx o miro las vistas de Manhttan desde Brooklyn Heights. OMG, I think I have a crush on you!

1 comentarios:

Susux dijo...

qué cierto. lo bueno de un invierno nevado es que cuando llega el sol las sonrisas se apoderan de nosotros sin saber por qué...jeje confieso que después de mi viaje me da un poco de envidia tu sunny NY... alé, a tomar el sol en central park!

11 de marzo de 2010, 6:28

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